Apenas puedo ya sentir el desierto que hay en mi boca
El sequedal que se ha formado por la ausencia de tus besos
Por la ausencia de tu aroma
No aguanto esta sed de ti
No aguanto más la necesidad de sentirte cerca
Sentir tu piel sobre este desierto que día a día quema más
Se seca más
Necesito beberte, olerte
Necesito recordar la suavidad de tu piel
Necesito rozar mis manos en tus suaves labios
No es exageración, tal vez es devoción
No hace mucho que estuve descansando en el suave pastizal de tu rostro
Pero día a día la sed se acentúa
Y espero el instante en el que sacies mi sed.
Saciala, saciame.
miércoles, diciembre 05, 2007
Un poco de poesía
Publicadas por Hijo del Santo a las 12:31 p.m.
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